La Cirugía Plástica y Estética Facial permite mejorar rasgos faciales, mediante procedimientos quirúrgicos que rejuvenecen y remodelan la imagen.
REJUVENECIMIENTO
Estiramiento facial, cervical (lifting o Ritidectomía)
- Lifting facial: mejora los signos más visibles del envejecimiento, tensando los músculos de la cara, eliminando el exceso de grasa y redistribuyendo la piel de la cara y el cuello. Puede realizarse aislado o asociado con otros procedimientos como la blefaroplastia (párpados) o la rinoplastia (nariz).
- El lifting frontal: corrige la caída de las cejas y las arrugas de la frente.
- El lifting cervical: busca la definición de los contornos mandibulares, retirar el exceso de grasa y tensar los músculos del cuello eliminando la papada.
- Cirugía y anestesia
- Recuperación
Las incisiones comienzan generalmente a nivel de las sienes, disimuladas en el pelo, se extienden por una línea natural que pasa justo delante de las orejas y continúa detrás del lóbulo de las orejas hacia la parte posterior del cuero cabelludo. Si es preciso trabajar sobre el cuello, se puede hacer una pequeña incisión detrás de la barbilla.
En el lifting frontal la incisión se coloca en la frente, disimulada detrás del pelo, o en determinados casos, en el límite entre el pelo y la frente. La piel de esta zona se separa de las estructuras subyacentes, resecando los músculos responsables de las arrugas y el exceso de piel.
Cirugía de los párpados (blefaroplastia)
La cirugía de los párpados, técnicamente conocida como blefaroplastia, es un procedimiento para extraer la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados superiores e inferiores. La blefaroplastia puede corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, características que hacen que parezcamos mayores y más cansados de lo que somos y que, en algunos casos, pueden interferir con la visión. Sin embargo, la blefaroplastia no elimina las “patas de gallo” u otras arrugas ni la caída de las cejas. Puede realizarse de manera aislada o junto a otras cirugías estéticas de la cara, como el lifting cervicofacial, el lifting frontal o la pexia de cejas.
- Cirugía y anestesia
- Recuperación
- Resultados
REMODELACIÓN
Cirugía de la nariz (Rinoplastia)
La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz, y es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentemente realizados en cirugía plástica. La rinoplastia puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios.
- Cirugía y anestesia
- Recuperación
- Resultados
La rinoplastia puede realizarse bajo anestesia local más sedación, o lo que es más frecuente, con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía.
Cirugía de las orejas
La otoplastia es la cirugía que se realiza para reposicionar las orejas prominentes o “en soplillo” a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes. Generalmente, es una cirugía que se realiza en niños entre los 4 y 14 años. La otoplastia también se puede realizar en adultos.
- Cirugía y anestesia
- Recuperación
La otoplastia se realiza en el quirófano, dentro de una clínica u hospital. Dependiendo del tipo de anestesia, el procedimiento se realiza en régimen ambulante o se permanecerá en el hospital la noche de la cirugía.
Si el niño es pequeño, el cirujano plástico le recomendará realizar la intervención bajo anestesia general. Para niños mayores y adultos, se empleará anestesia local asociada o no a sedación, de manera que esté despierto durante la cirugía, pero relajado.
La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 5 días de la cirugía; los niños vuelven al colegio en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas.
Otros problemas de las orejas
Además de las orejas prominentes u orejas “en soplillo”, existen otros problemas que también pueden solucionarse con cirugía. Estos incluyen la oreja contraída y la oreja en copa. También pueden mejorarse quirúrgicamente los lóbulos alargados y los lóbulos rasgados. Además se puede crear una nueva oreja cuando se nace sin ella (microtia) o cuando se pierde por un traumatismo.
Cirugía de Mentón (Genioplastia)
El aumento o la disminución del mentón, se aconseja para armonizar rasgos faciales con el resto de la cara. El aumento de un mentón (mentoplastia) que deba ser corregido unos pocos centímetros, puede llevarse a cabo mediante:
- Implantación de una prótesis de mentón, que puede ser de diferentes materiales, ej. silicona sólida.
- Infiltración de tejido graso del propio paciente utilizando la técnica de Lipoescultura, y lipotransferencia con resultados permanentes.
Cuando el defecto es mayor el aumento o disminución de un mentón prominente, puede ser corregido también con una osteotomía (avance o retroceso mandibular).
Cirugía y anestesia
Las intervenciones pueden ser realizadas con anestesia general o con anestesia local más sedación, y el tiempo de estancia en el centro sanitario puede ser de solamente unas horas si se efectúa ambulatoriamente, o de un día si se ingresa en la clínica. En determinados casos con defectos muy acentuados, en los que se requiera osteotomía, pueden ser necesarios más días de internación.
Después de la intervención podrá ser necesario inmovilizar la zona mediante un apósito de esparadrapo, que será retirado a los pocos días.
REPARADORA
Labio leporino y paladar hendido
El labio leporino y el paladar hendido son deformaciones congénitas de la boca y del labio. Estas anomalías afectan aproximadamente a uno de cada 700 nacimientos. El labio leporino y el paladar hendido se desarrollan en la etapa temprana del embarazo, cuando los laterales del labio y el paladar no se fusionan como deberían.
- Paladar hendido: El paladar hendido se produce cuando el paladar no se cierra completamente, dejando una abertura que puede extenderse dentro de la cavidad nasal.
- Labio leporino: El labio leporino es una deformación en la que el labio no se forma completamente durante el desarrollo fetal. El grado del labio leporino puede variar enormemente, desde leve (corte del labio) hasta severo (gran abertura desde el labio hasta la nariz).
Cirugía
Para la mayoría de los bebés que solamente tienen labio leporino, la anomalía puede repararse en los primeros meses de vida. La decisión la tomará el cirujano de su hijo. El objetivo de esta cirugía es reparar la separación del labio. Algunas veces, es necesaria una segunda operación.
Las reparaciones del paladar hendido normalmente se hacen antes de la edad de 2 años. Ésta es una cirugía más complicada y se hace cuando el niño es más grande y puede tolerar mejor la cirugía. El médico de su hijo decidirá la edad exacta para la cirugía. El objetivo de esta cirugía es reparar el paladar de forma que su hijo pueda comer y aprender a hablar normalmente. Algunas veces, es necesaria una segunda operación.
Cicatrices Patológicas
Existen dos grandes categorías para la clasificación de las heridas: agudas y crónicas. Las heridas agudas sufren un proceso complejo que involucra una variedad de tipos celulares. Por el contrario, las heridas crónicas han pasado a través de algunas fases del proceso de reparación sin llegar a establecer un resultado anatómico y funcional. También existen diferentes tipos de heridas agudas en la piel, incluyendo heridas incisionales, de espesor parcial y heridas con pérdida significativa de tejidos. Estos diferentes tipos de heridas, involucran diferentes fases del proceso de cicatrización en diferentes grados aunque las fases sigan siendo las mismas.
Aunque las cicatrices hipertróficas y queloides pueden parecer morfológicamente similares, existen diferencias clínicas e histológicas que las distinguen como entidades fisiopatológicamente diferentes. Las cicatrices hipertróficas son elevadas, eritematosas y habitualmente dan comezón. Permanecen dentro de los límites de la herida original. Las cicatrices queloides también son elevadas y eritematosas, sin embargo, se extienden más allá de los límites de la lesión original.
Quemaduras
Direccionamiento cicatrizal y tratamiento de las secuelas cicatrizales.
Secuelas de la parálisis facial
Los defectos resultantes tras la instauración de una parálisis facial pueden resolverse con el tiempo, sobre todo cuando son parálisis provocadas por el frío y en algún tipo de parálisis facial idiopática. Cuando una parálisis facial no se recupera, como ocurre tras la lesión directa del nervio en cualquier punto de su trayecto o en trastornos congénitos como el síndrome de Mobius, quedan una serie de defectos permanentes como son la caída de la ceja, el déficit de cierre ocular con posible eversión del párpado inferior y caída de la lágrima, imposibilidad para sonreír, mordida de la mucosa bucal, alteraciones en el habla y dificultad respiratoria por colapso de ala nasal del lado paralizado. Todos estos trastornos son susceptibles de ser corregidos quirúrgicamente.
Cirugía
El trastorno más importante a corregir en una parálisis facial es la recuperación del cierre ocular para así evitar la exposición corneal y la posibilidad de ceguera. Para conseguir el cierre ocular, según la edad de los pacientes, se utiliza la colocación de pesas de oro en el párpado superior, las suspensiones del párpado inferior mediante una cantoplastia externa o mediante tendones y la transposición del músculo temporal para provocar el cierre activo del párpado.
Si pretendemos corregir sólo la asimetría facial y con ello mejorar el habla, evitar la mordida de la mucosa bucal y la respiración nasal, se utilizan suspensiones faciales mediante tendones procedentes de la pierna para elevar la cara paralizada. Es lo que se denomina reconstrucción estática. Habitualmente se emplean materiales autólogos del paciente (tendones) aunque están disponibles en el mercado materiales sintéticos.